Iron War

Nada que ver con el superheroe de Marvel, ni con ninguna guerra por el control del acero entre superpotencias. Se trata del ultimo libro que me he leído, que empecé allá por marzo y que tiene como tema fundamental la rivalidad entre dos de los mas grandes triatletas de todos los tiempos, Dave Scott y Mark Allen. Entre los dos 12 victorias en el Ironman de Hawaii repartidas de forma equitativa entre ellos. El primero en los años 80 y el segundo empezando en el 89 y terminando en el 95. El libro narra la batalla que disputaron en el Ironman del 89 en el que estuvieron mano a mano hasta 3 millas antes del final de la maratón, marcando tiempos impresionantes todavía hoy aunque usaran bicicletas de los 80 y zapatillas con posiblemente ninguna amortiguación.

Quizás lo mas interesante del libro son los capítulos que dedica a la investigación del deporte como elemento de sufrimiento y la importancia que tiene la fuerza mental en el triatlón. La gran diferencia entre los que ganan esta prueba y los que no lo hacen es de hecho esa fuerza mental y es algo que podemos ver en no muchos deportes, quizás solamente en el ciclismo de alta competición o en el atletismo de fondo y por supuesto en el triatlón. No he realizado grandes triatlones (todavía) ni he realizado siquiera una maratón, pero doy fe de que en una carrera de más de dos horas hay al menos un par de momentos en el que te planteas que haces ahí así que no me puedo imaginar en una carrera en la que el tiempo medio de los que la acaban es más de once horas.

En el Ironman de Kona de 1989, Dave Scott y Mark Allen estuvieron juntos hasta poco antes de terminar la maratón, marcando tiempos de poco más de 51 minutos en la natación, 4 horas y 38 minutos en la bicicleta y ¡¡¡2 horas y 40 minutos en la maratón!!! Es realmente increible que alguien pueda realizar una maratón en 2 horas y 40 minutos después de 4 km nadando y 180 km en bicicleta. Desde luego hay muchos atletas que pueden hacerlo porque han entrenado para ellos, pero muy pocos que pueden marcar este tiempo porque mentalmente hay que estar mucho más preparado.