domingo, 11 de septiembre de 2011

Sprint ASTROMAD

"Lo esencial en la vida no es el éxito, sino esforzarse por conseguirlo". Esta frase del Barón Pierre de Coubertin y que he leído esta mañana en un suplemento dominical resume muy bien el sentimiento que tengo cuando preparo una carrera popular o un triatlón. Disfruto la preparación, el tiempo con el que planifico la competición, el momento de inscribirme, cuando entreno fuerte y cuando no lo hago porque esté de viaje, es decir, disfruto muchísimo el camino hasta llegar a la carrera en sí. El resultado final es importante, pero no tanto como la historia realizada para llegar a él.

Ayer participé en el triatlón Sprint del Astromad que se celebra en la localidad de Robledo de Chavela, famosa sobre todo por el centro de seguimiento de satélites de la NASA. No había realizado una preparación específica para esta prueba aunque las dos últimas semanas sí que me he esforzado más de la cuenta, incluso teniendo una semana de trabajo bastante fuerte, viaje a Frankfurt incluido.

Me costó despertarme a las 6.30 de la mañana pensando incluso que sí no hubiera dejado la bicicleta el día anterior en los boxes me hubiera quedado en casa. La pereza es el mayor enemigo en estos casos y hay que intentar vencerla sí o sí.

Llegamos a las 8.00 al Embalse de Picadas y ya estaban los participantes del Half a punto de meterse en el agua. Ese día el Embalse de San Juan no había abierto las compuertas como hace normalmente los sábados y el agua estaba algo menos fría, pero aún así los 15º no se alcanzaban. Todos nos pusimos los neoprenos y nos pusieron en una fila para hacer el pasillo a los que iban saliendo de la prueba de natación del Half. A las 9.15 estábamos ya en el centro del embalse para empezar a nadar. Se ratificaba que se podía nadar perfectamente sin neopreno y de hecho pasé un pequeño momento de agobio porque me costaba respirar con el neopreno puesto. Está claro que tengo que acostumbrarme a nadar con esta prenda. En cualquier caso mejorando los tiempos de natación haciendo 14:07 en los 750 metros. En la foto de abajo se me ve intentando librarme del neopreno.


Cogemos las bicis y desde el principio ya sabemos lo que nos vamos a encontrar. Una subida permanente con una pendiente de aproximadamente 6% durante 12 km. Bastante duro aunque me encuentro bien y sin agobiarme en ningún momento. Desde el primer kilómetro tengo por delante a un competidor que no termino de pillar y que me frustra bastante porque no parece que vaya mejor que yo; pero bueno, lo importante es acabar el tramo de bicicleta en condiciones para la carrera a pie. En total 1:04 para la bici.

La sorpresa me viene en la carrera a pie. A diferencia de otras experiencias en mis pocos triatlones, las piernas me responden perfectamente desde el primer momento. De hecho los dos primeros kilómetros los hago por debajo de los 5:00 min/km, para terminar al final con 28 minutos en una distancia de 5,5 km. Un ritmo muy bueno para mi que me demuestra que la progresión es efectiva. Muy contento por el tiempo final de 1:48:21, solamente un minuto más que en la Casa de Campo pero con un recorrido mucho más duro en las tres disciplinas.


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