viernes, 23 de septiembre de 2011

La Ciudad Eterna

Una de las cosas positivas de mi trabajo es que tengo reuniones frecuentemente en varios sitios de Europa y esta vez tocó Roma, la Ciudad Eterna. Siempre te preguntas si los nombres que se le dan a las ciudades son justos o no; por ejemplo, París, la Ciudad de la Luz o Roma la Ciudad Eterna. Mientras que en el primer caso no lo tengo tan claro ya que, en mi opinión, hay varias ciudades bastante más luminosas que París, en el caso de Roma el "apodo" le viene como anillo al dedo. Claramente es la ciudad de la historia; lo ves en las calles, en cada una de ellas, por supuesto en los monumentos y en el Foro Romano, es una maravilla pasear por esta ciudad.

Por supuesto uno de los placeres de Roma es comer, y como no, comer pasta. El punto de cocción, el "aldente" lo hacen a la perfección, y las salsas aún más. Esta vez probé la Amatriciana, típica de Roma, que es la Gricia con tomate. Una delicia.


Lo único que eché de menos fue correr un poco por esta fantástica ciudad y la verdad es que aunque parezca mentira no tuve ni un solo minuto para dar unas zancadas. Otra vez será, tengo que volver muchas veces a esta ciudad. Os dejo unas fotos de la ciudad y de mi monumento favorito de Roma, el Coliseo.






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